la chica de la lavandería llora en chino,
mira sin ver los lavarropas
ni la serpiente del teléfono enroscada
¿qué shangai o chinatown hilvana ahora
esa voz entre pequeños huracanes de vestidos?
esta mañana, las vendedoras de chipá
abrían los ojos más que nunca
llevándose una mano hacia la cara
tampoco supe entonces el por qué de su emoción
al pasar con las manos guardadas en el saco
mirando intensamente los umbrales
las ventanas las puertas las vidrieras
y en todas mi reflejo, su sorpresa
ya es de noche y el bebé del carnicero,
subido al hueco de metal de la persiana
como en un juego de plaza, no sabe
que el día termina, su padre sonríe
soltando el delantal y la sangre de las vacas
miércoles, 7 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
lindo texto, Carla. Las chicas con las manos en la cara, me gusto esa imagen.
amiga, tus poemas siempre son power.
beso grande.
gracias muchachos!
qué loco que es ver gente llorando en chino, es verdad eso de que se llora en un idioma
Excelente tus poemas!!
Publicar un comentario