Una voz grabada dice: se cierra la puerta.
La gente bosteza y entra en el cuadrado
que sube y que se enlaza a su modo con el cielo.
Por un momento,
todos miran sus zapatos
y luego al techo y las luces tubulares.
Cada cabeza disiente como puede,
pero en el ascensor todo parece
la gran aceptación de una condena.
La voz grabada dice: séptimo piso,
entonces bajo y miro en la ventana
otro edificio que al lado se construye.
Los hombres ahí, también bostezan:
el aliento hace un dibujo que se pierde;
sus cascos brillan al sol que sale enfermo,
que sale y que sube para afirmarlo todo
viernes, 11 de junio de 2010
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2 comentarios:
o para negarlo.
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